Mi despedida
>> miércoles, 25 de enero de 2012
Me di cuenta la primera semana
después de Navidad, pero lo dejé pasar.
A lo mejor se ha dado de baja, se
ha pillado más vacaciones de las debidas o simplemente está enferma, pensé. Pero
no caí, y es que muchas veces no queremos invitar a la verdad a entrar en casa.Se me dibujó una sonrisa, no de alegría, sino de incomprensión y sorpresa a la vez.
-Pero… ¿adónde ha ido?
No supo responderme.
Y allí me quedé yo, plantada como
una estatua, sin comprender.
Por mi mente pasaron miles de imágenes,
momentos de los últimos meses que habíamos compartido juntas en la biblioteca.
Ella trabajando, yo leyendo.
Instantes que ya no se repetirían.
Su preocupación por mí iba más
allá de lo profesional, y se lo agradezco. No se lo he podido decir en persona,
por eso lo hago a través de estas palabras.
No sabes lo que me arrepiento de
no haberte conocido mejor desde el primer día, cuando todavía era una novata en
esto de la Universidad, hace ya cuatro años.No sé si llegarás a leer esta entrada. Tan solo quería despedirme y decirte que te deseo lo mejor en el nuevo camino que has empezado.
La biblioteca ya no será lo mismo
sin ti.
Ana
P.d. Me debes el título del libro
que te leíste, ese que estaba ambientado en Irlanda ;D
Y a vosotros comilones, qué
deciros. Tanto si estáis en el colegio, como en la universidad o el trabajo, no
perdáis la oportunidad de hablar con gente que trabaja allí o que nunca habéis
sentido la necesidad de decir más de dos palabras. Intentarlo. Seguro que os
sorprenderá lo que encontráis.
¡¡¡Saludos bibliotecarios!!!
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